1 de octubre, Día de las Personas Mayores
La voz de nuestros participantes: Día Internacional de las Personas de Edad
Hoy, 1 de octubre, es el Día Internacional de las Personas de Edad, buen momento para destacar las aportaciones de nuestros mayores a la sociedad. Hace unos días publicamos en nuestras redes sociales el resumen del Manifiesto que La Mesa Estatal por los Derechos de las Personas Mayores presentó con las principales reivindicaciones del movimiento de mayores en España y una llamada de atención ante la vulneración de derechos sufrida con motivo de la pandemia del COVID. En dicho Manifiesto se reivindica la necesidad y la urgencia de diseñar políticas públicas y estrategias de intervención desde un enfoque basado en derechos, en las que se potencie el empoderamiento de las personas mayores y con discapacidad, se cuente con su opinión y se abandone el enfoque asistencial y proteccionista de las políticas dirigidas a ellas. La mesa estatal reivindica un cambio en el modelo de cuidados, una ley integral para los derechos de las personas mayores, la reforma de la ley de autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, así como una Convención internacional de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores.
Pero, y… ¿Qué es ser una «persona mayor»? ¿Cómo se vive esa etapa de la vida? No hay una única respuesta, suponemos que habrá tantas como personas y vivencias, pero queríamos ofreceros una, al menos: nos hemos ido a nuestra Residencia “Santa Teresa” a buscar un testimonio que expresara en primera persona qué se siente al ser una “persona mayor”, por un lado. Por otro lado también queríamos compartir con vosotros la visión de un miembro del equipo de trabajo de la Residencia acerca de aquello que aporta el contacto y trabajo con personas mayores, qué se aprende. Y esto es lo que nos contaron:
Enrique, para quien la Residencia es su hogar, nos ha resumido qué significa para él esta etapa de su vida: «Fundamentalmente, tranquilidad: me atienden bien y estoy tranquilo. Me imaginaba esta etapa de otra manera, porque la vida que llevaba era un poco rebelde… no me imaginaba esta tranquilidad. Hago gimnasia, bicicleta estática, camino lo que puedo todos los días, juego a las cartas. Estoy bien, pienso durar mucho… (se ríe)». Cuando le pedimos que comparara el Enrique que es ahora con el que fue, responde que «de joven era muy rebelde pero ahora mi personalidad, siendo la misma, es mucho más tranquila». Lanzó un consejo para los jóvenes: «formalidad y respeto a las personas mayores, y que se esfuercen trabajando y estudiando» y, eso sí, aprovechó la entrevista para pedir «a los gobiernos (se enfada), que presten más atención a las residencias y que cuiden a las personas que nos cuidan».
El médico de la Residencia, Manuel, nos cuenta lo que ha aprendido del equipo de trabajo: «lo que más me ha impresionado de trabajar en la Residencia Santa Teresa ha sido el alto valor de la compasión y la empatía del equipo de trabajadores». De su contacto y aprendizaje con personas mayores, destaca que ha aprendido «a vivir el momento. En una sociedad en la que todo el mundo vive sufriendo por lo que vendrá, por el porvenir, por la incertidumbre del futuro, aquí aprendemos a vivir el día día con los mejores afectos y los mejores valores, poniendo a la persona en el centro de nuestro trabajo».
Como comunidad de aprendizaje que somos, tomamos buena nota de sus palabras. De parte de toda la familia de Cáritas Zaragoza les hacemos llegar un gran abrazo virtual, deseando que llegue el tiempo en que podamos cantar y celebrar la vida todos juntos formando un gran corazón, sin distancia ninguna, como en esta maravillosa foto que tanto nos cuenta.