Análisis y reflexión17/10/2022

Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza

Con motivo del Día de Erradicación de la Pobreza, publicamos un artículo de nuestro director, Carlos Gómez: "Necesidades de las familias: la mirada de Cáritas a la situación actual"

Los efectos socioeconómicos de la crisis generada por la pandemia y la Guerra de Ucrania han agravado los procesos de pobreza y el riesgo de exclusión social de las familias.

La crisis se produce en un contexto en el que un porcentaje elevado de hogares ya vivía al día, no pudiendo hacer frente a gastos imprevistos. La insuficiencia de ingresos, o su disponibilidad con regularidad, ha transformado situaciones de vulnerabilidad en casos de pobreza severa, y en un empeoramiento de las condiciones de vida de muchos hogares. 

En nuestro entorno existen dramas sociales de personas y familias que se han convertido en excluidos, y viven en una situación de inseguridad y dependencia permanente. Es la desesperación lo que lleva a las situaciones de pobreza –marginación y exclusión-, lo que no solo es debido a la falta de cobertura de necesidades básicas, sino también a la falta de alternativas para salir de esa situación. En otros casos, personas integradas socialmente han visto que sus recursos desaparecían, pasando a ser usuarios de los servicios sociales públicos o privados.

En Cáritas, cada día, somos testigos de esta exclusión social, y constatamos que la pandemia y los efectos de la Guerra de Ucrania han agravado las condiciones de vida de las personas que ya estaban anteriormente en situación de pobreza.

A esto se añade el mantenimiento de determinadas trabas (acceso a recursos económicos o digitales, situación administrativa) que dificultan el acceso a derechos básicos como el empleo, la vivienda o unas rentas mínimas.

La pérdida de confianza en las instituciones públicas está aumentando, principalmente entre los ciudadanos desempleados, personas mayores con pensiones mínimas o con obligaciones surgidas por la pérdida de trabajo de sus hijos, familias desestructuradas con cargas familiares, personas migrantes que se encuentran o han pasado a una situación administrativa irregular por haber perdido el empleo, personas con dificultades de acceso a una vivienda o de hacer frente a los gastos de la misma (hipoteca, alquiler), etc.

Para estos colectivos, las instituciones públicas no garantizan sus derechos sociales reconocidos en el capítulo tercero de la Constitución, y no son lo suficientemente ágiles para prevenir y dar respuesta a sus necesidades básicas e inmediatas. Las políticas públicas son insuficientes. Es necesaria la adecuación del estado de bienestar a las circunstancias actuales, que garantice los derechos ciudadanos y promueva la inclusión social.

Junto a la pérdida de empleo, la vivienda es uno de los principales problemas de las familias que buscan la protección social. Es urgente poner en marcha políticas públicas –a nivel estatal, autonómico y local– que garanticen el derecho a una vivienda digna para todos los ciudadanos, sobre todo, de los más vulnerables, y garanticen unas condiciones de vida dignas.

En Cáritas, además de nuestra labor de acogida y acompañamiento, tenemos como misión trabajar por la defensa de los derechos de las personas más vulnerables, y seguimos apostando por generar oportunidades hacia una economía social y solidaria, creando oportunidades de empleo social y promoviendo un consumo más responsable.

Carlos Gómez Bahillo / Director de Cáritas Zaragoza