Historias de transformación: acompañamiento a personas migrantes en el medio rural
Alejandro nos cuenta su experiencia de voluntariado en el equipo de Cáritas de la parroquia de La Almunia
Las acciones de acogida, acompañamiento y transformación social de Cáritas Zaragoza llegan al mundo rural gracias a los diferentes puntos de acogida distribuidos en el territorio de la diócesis. Los equipos de personas técnicas y voluntarias son protagonistas de experiencias que construyen comunidades que sueñan con un mundo mejor.
Alejandro, voluntario en la parroquia de La Almunia, es una de estas personas comprometidas con el cambio social de su entorno. Colabora tanto en la acogida y acompañamiento, como en actividades formativas.
“Desde el grupo tenemos claro que debemos prestar especial atención a la formación y al acompañamiento en nuestra tarea de atender a los más apartados de la sociedad, a los que no tienen voz y a los que no esperan ser acompañados”, explica Alejandro, quien decidió hacerse voluntario por una razón muy clara: “lo que recibisteis gratis, dadlo gratis”.
Proyecto de integración comunitaria
Tras una observación y análisis de la realidad de los migrantes en La Almunia, se realizaron diferentes actividades que les facilitasen herramientas técnicas y humanas para integrarse en la realidad sociolaboral con la que se enfrentan.
El resultado, según nos explica Alejandro, ha sido positivo, en términos de construcción de comunidades en el territorio: “Nos han apoyado todas las personas a las que nos hemos dirigido, hemos creado un grupo de voluntarios para la formación agrícola y se han visibilizado situaciones desconocidas. Ha sido una experiencia interesante y sobre todo de ayuda al cambio de mentalidades”.
En este sentido, Alejandro destaca la capacidad de diálogo de las personas que ven en estas experiencias “una ventana de ilusión y esperanza en el horizonte”, así como la necesidad de los participantes de “sentirse queridos, de ser apreciados como seres humanos, de ser atendidos por una sociedad que no solo los margina, sino que los ignora, que los hace invisibles”.
Experiencia de transformación
Finalmente, lo que le queda a Alejandro es la posibilidad de transformación social que llevan consigo este tipo de iniciativas y su compromiso como voluntario: “creo que hemos aprendido a observar, a mirar sin prejuicios y estereotipos a las personas migrantes; a comprender las horas que están en sus infraviviendas esperando a algo que nunca llega; a empatizar más con la situación de estas personas, de su desarraigo, lejos de sus familias; a no generar falsas expectativas, a contar con gente de fuera de nuestro grupo y/o entorno. En definitiva, hemos aprendido a vivir esta experiencia como un camino cargado de espinas pero pleno en el amor de Jesús”.
“Creo que hemos aprendido a observar, a mirar sin prejuicios y estereotipos a las personas migrantes».
Construimos una Comunidad que Sueña https://www.caritas-zaragoza.org/campanas/construimos-una-comunidad-que-suena/