Acción social16/02/2023

La acogida en el medio rural: proximidad y conocimiento

Los equipos de acogidas parroquiales presentes en el medio rural acompañan, orientan e informan a las personas en situación de vulnerabilidad

Las personas que se encuentran en riesgo de exclusión social encuentran en las acogidas parroquiales que ofrece Cáritas, la oportunidad de superar estas situaciones de vulnerabilidad y reintegrarse en su comunidad. Es parte fundamental de nuestra misión acogerlas y acompañarlas en el proceso que permitirá reafirmar su autonomía y su inclusión social.

En el medio rural, las personas más vulnerables también encuentran su apoyo en los equipos de acogidas parroquiales. En 2021, en los 41 puntos de acogida distribuidos a lo largo de la diócesis de Zaragoza se atendieron a 1.197 personas, a quienes posibilitamos el apoyo necesario para cubrir sus necesidades básicas, a través de un proceso de acompañamiento.

Cristina, voluntaria en Fuentes de Ebro, donde realiza esta labor junto a un equipo de seis personas, nos cuenta que «la acogida es un momento privilegiado para el encuentro interpersonal, cercano y humano, más en un municipio rural, en el cual, normalmente, conocemos a las personas previamente. En este ámbito tejer redes e integrar en la comunidad es, si cabe, más significativo». Asimismo, Cristina destaca que el número más reducido de casos en algunas zonas, permite también una atención más amplia: «podemos dedicar más tiempo a cada familia», señala.

¿Cómo trabajan estos equipos?

En los equipos de Cáritas de las parroquias, un grupo de personas voluntarias, un sacerdote-consiliario y un profesional del trabajo social acogen, atienden las demandas y acompañan los procesos de las personas que acuden solicitando ayuda. Además, procuran colaborar con otras asociaciones, plataformas o entidades.

En este sentido, Cristina explica que en el equipo, del cual forma parte el párroco, se distribuyen las tareas a realizar (gestión de citas, atención, etc.) siempre en coordinación con los técnicos y con otros recursos sociales de la zona. De esta manera, es habitual establecer una red próxima con el resto de agentes sociales que trabajan en estos municipios, y con otras asociaciones o entidades presentes en el entorno. «Podemos, incluso, disponer de los servicios sanitarios de la comunidad».

En cuanto a las necesidades atendidas, parte del trabajo se dirige a mejorar la situación de las personas migrantes, en procesos de orientación para aumentar su empleabilidad y el acompañamiento en la realización de trámites administrativos. «Tenemos que tener en cuenta que las personas migrantes representan un alto porcentaje de la población en los municipios rurales. Aquí, en Fuentes, por ejemplo, hay bastante población marroquí», indica Cristina.