Qué significa «acompañar»
La voz de nuestros agentes: dos vivencias de acompañamiento
Es nuestra misión acoger y acompañar a las personas en situación de vulnerabilidad para favorecer su autonomía e integración. En Cáritas usamos mucho la palabra acompañamiento y conjugamos con frecuencia el verbo acompañar, puesto que es uno de los pilares de nuestra forma de hacer. Según el diccionario, contempla dimensiones como “estar o ir en compañía con otras personas”, o “participar en los sentimientos de alguien”. El Modelo de Acción Social de Cáritas opta por un método centrado en el acompañamiento a los procesos de crecimiento de las personas, y centra la atención en la persona como protagonista de su propio cambio y en los caminos más que en las metas. Hoy compartimos aquí dos vivencias de ese acompañamiento en Cáritas: una desde la experiencia de voluntariado y otra desde el trabajo social en el mundo rural.
Raquel acude a las prisiones de la provincia en calidad de voluntaria de Cáritas Zaragoza. Cuando le preguntamos en qué consiste su tarea de acompañamiento, nos respondió lo siguiente:
«Acompañar en sentido amplio a las personas privadas de libertad: cuando un interno de un establecimiento penitenciario echa una instancia solicitando que lo vayamos a visitar (una vez valorada la solicitud), los voluntarios acudimos al centro y, simplemente, llevamos a cabo un encuentro personal: una charla entre personas. Si ellos tienen una preocupación se trata de levantar el ánimo, si tienen una alegría les acompañas en su alegría, si está próxima su salida acompañamos en la preocupación por el futuro y les transmitimos que ese acompañamiento continuará fuera, que pueden contar con nosotros. Cuando salen de prisión, a veces los vínculos sociales están rotos… les apoyamos (nos tomamos un café, les acompañamos al sitio donde se van a quedar). Hacemos de enlace hasta que ellos poco a poco van pudiendo prescindir de nuestra compañía. Y, si es necesario, lo hacemos también con sus familias».
De las diversas dimensiones del acompañamiento nos habló una de las trabajadoras sociales que desarrollan su actividad en el ámbito rural. Merece la pena reflexionar sobre sus palabras:
“El proceso de acompañamiento a las personas fortalece sus capacidades y les da impulso en el ejercicio de sus derechos. Contamos con herramientas como la escucha activa, calidez, el lenguaje cercano… todo ello va a generar confianza y una comprensión libre de juicios, que nos va a ayudar a desentrañar su mensaje. Este estilo o talante nos ayuda a pasar del modelo ayudante-ayudado al de compañeros de camino«.
Acompañar en las necesidades, acompañar en el sentido, acompañar en la participación: todas las personas son capaces de ser protagonistas de su vida. Acompañar es creer en ello, apostar firme y empujar para que sea posible, tal y como nos han contado Raquel y Arancha, a las que agradecemos de corazón que hayan compartido su experiencia.
Y tú, ¿practicas el acompañamiento? ¿Nos acompañas a aprenderlo?
#CadaGestoCuenta